BYOD, del inglés Bring Your Own Device, está conquistando a un ritmo cada vez más acelerado tanto a grandes como a pequeñas y medianas empresas. Las empresas permiten a sus empleados hacer uso de sus propios dispositivos tecnológicos en sus espacios de trabajo de tal forma que estos poseen un único ordenador personal, smartphone o Tablet con el que trabajar y disfrutar de momentos de ocio y entretenimiento.
El 35% de los trabajadores desarrollan sus tareas desde cualquier lugar.
El desarrollo de los sistemas de trabajo y comunicación en la nube, la mejora y abaratamiento de las redes de datos, el rendimiento cada vez mayor del hardware o la evidente ventaja de no portar varios dispositivos móviles de forma simultánea, son sólo algunas de las causas que explican que en la actualidad, en torno al 35% de los trabajadores desarrollen sus tareas desde cualquier lugar.
El futuro inmediato del BYOD
El BYOD continúa expandiéndose por empresas de todo el mundo a ritmo acelerado gracias a que las soluciones ofrecidas en materia de gestión de dispositivos móviles, incluida la seguridad y la privacidad, son mucho más completas y sólidas.
BYOD se muestra como una tendencia natural en respuesta a las propias preferencias de los empleados.
El uso de smartphones entre la población es cada vez mayor. Un reciente estudio llevado a cabo por Pew Research Center revela que casi dos tercios de estadounidenses poseen un smartphone y casi la mitad de ellos afirma que no podrían vivir sin él. Sin embargo, la idea de ir de aquí para allá con dos dispositivos, uno personal y otro laboral, ya no resulta tan atractiva ni popular. De hecho, la misma encuesta concluye que el 90% utiliza su smartphone personal para labores de trabajo fuera del horario de oficina. Así, el BYOD se muestra como una tendencia natural en respuesta a las propias preferencias de los empleados.
Son muchos los especialistas que ya hablan de 2016 como el año de la administración de BYOD. El Estudio de Movilidad Trae Tu Propio Dispositivo referido a 2015 efectuado por RCR Wireless News entre más de 200 líderes de tecnologías de la información y la comunicación de más de 175 compañías es revelador y contundente: BYOD cuenta con una buena salud y su crecimiento ya es imparable. Del total de los encuestados, el 85% indicó que el BYOD ya se había incorporado en su empresa y de ellos, el 42% afirma que estos programas se encuentran bien establecidos dentro de la misma, un porcentaje muy superior al 25% de hace apenas un año. Otro informe, esta vez elaborado por Pro Tech Research, concluye que el 72% de las empresas encuestadas, o bien ya estaban permitiendo BYOD en sus respectivas organizaciones, o bien tenían la intención de hacerlo en un futuro inmediato.
Ante todas estas evidencias, ¿de qué manera va a evolucionar BYOD ya desde este mismo año 2016 en el que nos encontramos? Los especialistas al respecto hablan de diez líneas clave al respecto:
- BYOD cambiará su consideración de privilegio por la de requisito.
- Se reducirá el reembolso de gastos al empleado.
- Proliferarán más y mejores apps y recursos basado en la nube.
- Expansión del Internet de la Cosas (IoT) integrado en BYOD.
- Se incrementará la conciencia de una estrategia unificada para el BYOD que determine unas normas de uso, administración, seguimiento, control homogéneos.
- El almacenamiento en la nube se consolidará como la solución centralizada a la gestión de datos, documentos, informes, proyectos, etcétera, aportando una mayor seguridad a la empresa con respecto al control de sus datos.
- Mantener la seguridad será más difícil, pero la conciencia al respecto y el desarrollo de soluciones más potentes y eficientes mejorará.
- La línea que separa lo laboral de lo personal se difuminará más.
- Los empleados deberán asumir los dos puntos anteriores.
- Las medidas de seguridad biométricas irán dejando las contraseñas como algo del pasado.
¿Por qué implementar un programa BYOD?
La implantación de un programa BYOD en una empresa permite al empleado disponer siempre, sin importar el lugar o el momento en que se encuentre, de todos los datos, proyectos, documentos con los que diariamente trabaja algo que, a todas luces, resulta mucho más cómodo y sobre todo, práctico. De forma simultánea, el empleado puede conciliar el uso personal de su dispositivo con el uso laboral sin que ambos, en ningún caso, se fusionen o confundan. Soluciones como esta permiten al trabajador realizar y recibir llamadas profesionales, asumiendo los costes la compañía, y sin hacer uso de su propio número de teléfono personal. Para la empresa, la ventajas son múltiples. Sin ir más lejos, el BYOD supone una considerable reducción de costes. Por un lado, desaparece la inversión en la adquisición y mantenimiento de dispositivos; por otro lado, las soluciones de comunicación en la nube ofrecen una amplia variedad de servicios a precios muy competitivos. Pero a cada nuevo avance siempre le siguen interrogantes y al respecto del BYOD, este interrogante es la gestión de la seguridad y la privacidad.
El gran reto: mantener a salvo la privacidad
Teniendo los empleados acceso a datos, información, proyectos, informes, etcétera de clientes, proveedores y demás, desde los dispositivos que son de su propiedad y en cualquier momento y lugar, la necesidad de mantener a salvo toda esa información, a menudo confidencial, se convierte en la gran prioridad. Antes decíamos que a día de hoy el 35% de los empleados realiza su trabajo desde cualquier lugar, sin embargo, tan sólo las grandes empresas están trabajando en soluciones que garanticen la seguridad de los datos. Esto a su vez implica que la inmensa mayoría de pequeñas y medianas empresas que implantan BYOD en sus negocios no tienen garantizada la seguridad de la información con la que están operando a diario.
Sólo el 20% de las PYMES es consciente de que el BYOD implica un mayor riesgo para la seguridad
Esta situación es fruto, en gran medida, de la insuficiente conciencia del riesgo que supone tener acceso a información sin importar el lugar ni el momento. Un reciente estudio elaborado por la compañía de análisis Kaspersky Lab revela que tan sólo el 20% de las PYMES es consciente de que el BYOD implica un mayor riesgo para la seguridad de su actividad, un porcentaje que se eleva hasta el 52% cuando hablamos de las grandes empresas. Tanto en uno como en otro caso, estamos ante un grado de concienciación insuficiente que, en caso de pérdida o robo de un dispositivo, o de que se produzca un acceso malintencionado por parte de terceros, podría suponer una enorme pérdida, y no sólo a nivel económico.
Robert Siciliano, experto en seguridad de BestCompany.com, señala que «la mayoría de los administradores de TI tienen un muy buen manejo de los ordenadores portátiles, ordenadores de sobremesa de la compañía, y los móviles, pero están perdiendo rápidamente el control cuando los empleados traen su nuevo dispositivo móvil y lo conectan a la red corporativa».
Ahora, con la implantación del BYOD, la compañía también debe preocuparse si la app que un empleado ha instalado en su smartphone o tablet, de uso tanto personal como laboral, podría infectar al resto de equipos que se encuentran en la misma red.
Pero esta necesidad de incrementar la seguridad no sólo debe ser considerada del lado de los intereses de la empresa, si no también del empleado. El hecho de llevar su propio dispositivo al trabajo y compartirlo en actividades personales y laborales ¿podría suponer una merma de su privacidad? Compartir enlaces web, enviar y recibir correos electrónicos personales, enviar fotos, etcétera, desde un dispositivo de uso mixto, ¿podría ser objeto de intrusión por parte de la empresa?
Al respecto ya existen soluciones de gestión de dispositivos móviles (MDM) que, instalados en los equipos de los empleados, son capaces de analizar el tipo de información a la que se puede, o no se puede, acceder. Además, son muchos los Estados que ya se encuentran en proceso de legislar leyes que impidan a las empresas tener acceso a cuentas de redes sociales y otros servicios protegidos mediante password por el empleado.