En una época en la que la integración de las nuevas tecnologías digitales está transformando la fuerza de trabajo, también la cultura de las empresas se debe expandir con el fin de incluir las nuevas prácticas digitales en el lugar de trabajo.
El objetivo no es otro que la consecución de una cultura digital y productiva, para lo cual, temas como la cultura, el compromiso y la retención de los empleados se han convertido en temas de primer orden para los líderes empresariales. De hecho, un reciente informe elaborado por la firma de análisis Deloitte bajo el título “Digital Workplace and Culture” pone de manifiesto que el 87% de las organizaciones citan la cultura y el compromiso como uno de sus principales desafíos, al tiempo que el 50% califica este aspecto como «muy importante».
En consecuencia, es responsabilidad de las empresas implementar las medidas para crear un lugar de trabajo (local u online) basado en el apoyo, la colaboración, en el que las personas puedan ayudar a su organización a crecer al siguiente nivel. Pero, ¿cuáles son las claves para lograr ese lugar de trabajo digital?
En primer lugar, construir una cultura digital, es decir, una cultura de trabajo fuerte apoyada en la implementación de las tecnologías digitales que facilita a las empresas atraer y contratar al mejor talento, maximizar la tasa de retención de empleados u ofrecer un servicio al cliente más eficiente y de calidad, entre otras ventajas.
Sin embargo, para abrazar esta cultura digital es esencial comprender las necesidades de la gestión del conocimiento y del propio personal para así emprender una planificación estratégica fundamentada en la toma de decisiones informadas.
“Sin una cultura que apoye la nueva realidad del lugar de trabajo digital, las organizaciones se enfrentan a una pérdida de productividad, a la frustración de los trabajadores a todos los niveles, y a problemas de retención”.
La segunda clave consiste en tratar a los empleados como clientes, en el sentido de favorecer una cultura digital de apoyo que permita que los empleados se sientan integrados, conectados, miembros del equipo, incluso si se encuentran dispersos por todo el mundo. Para eso, es imprescindible el uso de herramientas de colaboración digital en toda la empresa. Al mismo tiempo, es necesario implementar políticas que cuiden de los empleados y que eviten su desgaste: políticas de salud, de jubilación, de vacaciones, de desconexión…
Y, en tercer lugar, la que tal vez sea la clave más obvia, estar abierto a la innovación. Para sobrevivir al futuro, las organizaciones precisan adoptar una cultura digital que les confiere las ventajas ya citadas, pero para ello, deben mostrar flexibilidad para adoptar plataformas y estrategias digitales, al tiempo que “proporciona un ambiente de trabajo más abierto, con mayor transparencia de la información y confianza en la experiencia”.
La adopción de estas tres claves situará a cualquier empresa en el camino correcto de la creación de una cultura digital de éxito.