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El trabajo a distancia va en aumento y conlleva sus propios retos. Ya sea que los empleados trabajen desde otro país o desde casa, en estos momentos, es muy probable que el trabajo se realice fuera de la oficina.
Productividad del trabajo remoto: ¿realidad o ficción?
¿Trabajar desde casa es más productivo? Según una investigación de Stanford, la respuesta es sí. En un estudio de 500 empleados divididos en dos grupos, la cohorte remota mostró una mayor productividad equivalente a un día completo de trabajo.
Resulta que los teletrabajadores trabajan un turno completo (o más) en comparación con sus compañeros en la oficina, y también toman descansos más cortos, se ponen menos enfermos y tienen menos tiempo libre. Pero ser un empleado remoto exitoso requiere de una gran disciplina.
Los beneficios de trabajar desde casa
Para las empresas, contratar trabajadores remotos tiene varias ventajas: reducción de los costes, ya que no requieren espacio ni recursos en su oficina física; mayor reclutamiento de talento, dado que la distancia no es un problema; ofrecer a los clientes soporte 24/7, puesto que los empleados virtuales pueden operar desde diferentes zonas horarias.
En cuanto a los trabajadores remotos, también tienen beneficios como una mayor productividad y un mayor compromiso profesional. A menudo pueden disfrutar de un horario de trabajo más flexible y son inmunes a las distracciones de la oficina. También ahorran tiempo en los desplazamientos, lo que es mejor para ellos y para el medio ambiente.
5 consejos para aumentar la productividad trabajando a distancia
1) Crear un horario y cumplirlo
Al trabajar desde casa, existe una estructura más fluida para su día que si estuviera destinado en un entorno de oficina tradicional. En primer lugar, tendrá que establecer un horario de trabajo y seguir una rutina para mantenerse productivo y motivado.
Muchos estudios demuestran la superioridad de una jornada laboral más corta y de alta intensidad en lo que respecta a la productividad, razón por la que no es necesario que las jornadas de trabajo a distancia tengan lugar durante las horas laborales tradicionales.
2) Establecer prioridades
Sin el marco jerárquico de una oficina tradicional, puede resultar difícil priorizar tareas y organizar el flujo de trabajo. Por ello hay que desarrollar autodisciplina y habilidades organizativas. Por ejemplo, las listas de tareas pueden resultar útiles, así como mantenerse en contacto con los compañeros de equipo (y supervisor), y estructurar el día en torno a los objetivos.
Asimismo, es importante evitar distracciones y exprimir toda la productividad de las horas de trabajo. Sin reuniones programadas, pausas para el café y charlas improvisadas con los colegas, el teletrabajo distrae menos que trabajar en una oficina.
3) Seleccionar las herramientas adecuadas
Trabajar desde casa no tiene por qué significar colocar el portátil en el borde de la mesa de café. Se puede maximizar la productividad del teletrabajo si se dispone de un espacio lo más apropiado posible: una silla ergonómica, un área de trabajo despejada y una agenda con la lista de tareas diarias.
Además, es necesario escoger las herramientas de colaboración adecuadas para comunicarse con el resto de los compañeros y con el supervisor. Existe una amplia gama de software de comunicación basado en la nube diseñado específicamente para ayudar a los equipos remotos con la comunicación, la productividad, la gestión de tareas y el intercambio de información.
4) Definir límites
Es fundamental establecer un equilibrio sostenible entre el trabajo y la vida personal. No todo el mundo puede disfrutar de una oficina en casa, pero es fundamental reservar un rincón del hogar para que sea el espacio de trabajo. Esto ayudará a establecer límites claros entre el modo de trabajo y el doméstico.
Poder alejarse del lugar de trabajo cuando se necesite un descanso o cuando termine la jornada, permitirá dejar las tareas laborales atrás, simbólica y mentalmente, y continuar donde se dejó a la mañana siguiente.
5) Practicar el cuidado personal
Por último, pero no menos importante, es clave cuidarse cuando se trabaja desde casa, lo que a menudo significa estar en sintonía con los niveles de energía. Los teletrabajadores tienden a tomar menos días de enfermedad, a menudo optan por seguir trabajando incluso sin encontrarse bien.
Aunque esto es positivo para las empresas y un testimonio de la dedicación de ciertos trabajadores remotos, trabajar en relativa soledad puede conllevar ignorar las señales del propio cuerpo. Por este motivo, el cuidado personal es, quizás de una manera más indirecta, tan importante como cualquier otro consejo de productividad remota.
¿Cómo mantener el cuidado personal?
Haciendo ejercicio: La actividad física regular es beneficiosa para todos, no sólo para los teletrabajadores. Al tomar un descanso es conveniente hacer algunos estiramientos.
Saliendo de casa: Si se trabaja desde casa, es posible que no se salga de ella durante varios días, lo que no es bueno. La luz del sol y el aire fresco no sólo son cruciales para su salud, sino que también para aclarar la mente. Permanecer atascado frente a una pantalla todo el día, especialmente si se está abordando una tarea difícil, es perjudicial para la productividad.
Manteniendo el “viaje diario”: Si una persona es nueva en el trabajo remoto y tiene dificultades para encontrar el tiempo adicional necesario para crear un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal, hay que redefinir lo que significa “viajar” diariamente.
Además de mantener los hábitos normales en términos de despertarse, comer y terminar la jornada laboral, se ha de utilizar el tiempo que normalmente se dedicaba a los desplazamientos para practicar las recomendaciones mencionadas anteriormente: 15 minutos de estiramiento ligero, lectura o alguna otra actividad intencional pueden ayudar mentalmente a marcar el reloj de entrada y salida del ámbito laboral.
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