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Un reciente estudio elaborado por Forbes bajo el título “The Digital Workplace in the Cognitive Era” (El Espacio de Trabajo Digital en la Era Cognitiva) aporta una visión de conjunto acerca de cómo están evolucionando las empresas en sus procesos de transformación digital y, especialmente, cómo serán esos nuevos espacios de trabajo digitales en un futuro en el que la movilidad ya es un factor cada vez más presente e importante.
En dicho informe se pone de manifiesto que se está produciendo un cambio explícito en nuestra forma de trabajar: en el trabajo, esperamos la misma experiencia táctil e intuitiva que en nuestros dispositivos personales, damos por sentado que nuestros equipos se comunicarán y actualizarán automáticamente y, en definitiva, esperamos que todo lo que necesitamos para nuestro trabajo será tan fácil de adaptar como una app de vídeo o de música en streaming. Y además, queremos usar nuestros propios dispositivos; es la tendencia BYOD que gana adeptos a cada día que pasa.
Richard Espósito, gerente general de GTS Mobility Services de IBM, señala que “los usuarios quieren elegir sus propios dispositivos, y esperan el tipo de experiencia que tienen con los dispositivos de consumo”.
En este sentido, la manera en la que trabajamos va a seguir evolucionando, y lo hará al abrigo de los avances tanto en dispositivos como en aplicaciones: asistentes digitales por voz, dispositivos de realidad aumentada, etcétera, de tal forma que las herramientas que han definido el lugar de trabajo durante décadas, pronto podrían quedar obsoletas.
Muchas personas ya usan sus números móviles en diferentes dispositivos y los actuales ordenadores continuarán evolucionando hacia dispositivos más pequeños y más sencillos que incorporarán nuevas formas de colaboración.
También la realidad virtual se va abriendo paso en el espacio de trabajo, del mismo modo que lo hacen los dispositivos portátiles, capaces de incrementar la seguridad en el trabajo, reducir el estrés e incluso salvar vidas gracias a funciones como el georastreo, la captación de datos ambientales o el envío de alertas en lugares remotos donde puede ser difícil comunicarse por teléfono.
Todo ello pone en evidencia que el modelo de infraestructura como servicio ha revolucionado la forma en la que los recursos de TI se pueden implementar en muchas empresas. Pero el gran reto será el de integrar estas nuevas tecnologías en una plataforma cognitiva. Será entonces cuando estas nuevas tecnologías sean impulsadas por el conocimiento colectivo sobre la empresa, el usuario, la ubicación, fomentando así la creación de un lugar de trabajo más óptimo, ya sea real o virtual.
Por tanto, los sistemas cognitivos cambiarán el lugar de trabajo de maneras que aún no hemos imaginado, concluye este estudio.
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